La accesibilidad en el hogar

Se estima que en España hay 3,8 millones de personas con alguna discapacidad.   Por otra parte, en España la población  está cada vez más envejecida, por lo que en muchos casos también tienen algún problema de movilidad.  En conclusión: según algunas estadísticas, el grupo de las personas con problemas de movilidad que residen en sus propios hogares ya se corresponde al 6% de la población de España.



Por otro lado, y al amparo del marco normativo español actual (reflejo de las normas europeas en este tema) estas personas también tienen garantizado su derecho a una accesibilidad a cualquier infraestructura, medio de transporte, tienda, o edificio (sea organismo público o privado), sus comunidades de propietarios, y por supuesto, sus propios hogares.

La importancia de eliminar barreras arquitectónicas en el hogar

En este sentido, las escaleras suponen en la mayoría de los casos en un obstáculo intransitable para este colectivo de personas con movilidad reducida, discapacidad, o de edad avanzada.  Y si bien algunos de estos desniveles podrían resolverse mediante la utilización de rampas (en el caso de tratarse de pequeñas alturas que permiten colocar rampas que cumplan normativa: 1,2 m de ancho y con una inclinación menor o igual a un 10%), en la mayoría de los hogares particulares, no siempre es así de posible.

Para lograr de salvar esos desniveles, existe una amplia selección de sistemas para la elevación de las personas y objetos de uso seguro y cómodo.   Pero la solución más común, y que estamos acostumbrados a ver, son las sillas salvaescaleras.

Que es una silla salvaescalera

La accesibilidad en el hogar se ha convertido en un aspecto fundamental para mejorar la calidad de vida de este colectivo de personas.   Por ello, la eliminación de las barreras arquitectónicas es clave.

Una silla salvaescaleras es una solución de accesibilidad que se instala sobre o en sustitución de unas escaleras, y facilita que cualquier persona con deficiencia funcional de movilidad pueda subir y bajar escaleras sin esfuerzo alguno y con la más absoluta seguridad.

Así, conseguir un entorno accesible y seguro en una vivienda particular es posible sin tener que realizar una mudanza, o sin tener que realizar costosas reformas en el hogar para adaptar la vivienda en una sola planta.   Y la mejor parte es que las salvaescaleras pueden ser instalados en casi la totalidad de las escaleras de los hogares, sin necesidad de obras ni grandes reformas, independientemente que la casa sea nueva o antigua. 

Por todo esto, y por el hecho de que su instalación es poco invasiva, que las soluciones actuales fusionan diseño y funcionalidad de manera óptima, y que su instalación puede realizarse en menos de 24 horas, las sillas salvaescaleras rectas resultan la opción más popular y elegida.   Y dada la sencillez de su funcionamiento y su seguridad, permite a las personas superar las diferentes plantas del hogar sin esfuerzo, mejorando la movilidad, favoreciendo la independencia al  brindar una mayor libertad de movimientos dentro de su propio hogar.

Una vivienda adaptada es una mejor vivienda

Como hemos visto, el poder tener un hogar accesible no solo es una inversión en comodidad y seguridad.  Es un derecho fundamental, que impacta directamente en la calidad de vida de sus moradores.   Así, poder eliminar barreras arquitectónicas mediante la realización de reformas adaptadas o la instalación de dispositivos tales como sillas para subir escaleras o las plataformas salvaescaleras, abre las puertas a disfrutar de un hogar inclusivo y funcional para todos, y no exclusivamente para las personas mayores o de movilidad reducida.

Ha quedado claro que realizar una inversión en accesibilidad en el hogar es invertir en un futuro. Y donde la independencia y la movilidad es la clave del bienestar para todos sus moradores.