Para la renovación de una panadería establecida desde inicios del 2.000 en un pueblo de Galicia, el proyecto ha conseguido la transformación de un local de 180 m2
hacia un nuevo tipo de negocio, incorporando a las características de una tienda local la imagen de una tienda moderna y de diseño, pero con la opción adicional de iniciar una franquicia regional.
Para este proyecto se ha utilizado un color gris claro, ya que se trata del concepto de “color de la marca” que se ha escogido, y que se ha incluido en azulejos, luces, marcos de acero y pisos de microcemento.
Para evitar que se transforme en un espacio “monocrome”, los diferentes materiales utilizados contrarrestan los pocos tonos de color dentro del espacio, permitiendo así que en todo momento se destaque el producto estrella: el pan, en todas sus variedades.
Además, se ha introducido la madera en el proyecto, para dar una mayor calidez al ambiente.