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El certificado de eficiencia energética resulta ser la herramienta perfecta para evaluar la eficiencia energética de un inmueble determinado, y conocer el consumo energético del mismo en condiciones normales de funcionamiento. Asimismo, el certificado energético incluye una serie de recomendaciones para poder mejorar la eficiencia energética del inmueble, mediante la realización de una reforma. Te lo explicamos a continuación
Te lo explicamos todo sobre el certificado de eficiencia energética y su relación con las reformas
El certificado de eficiencia energética, o certificado energético, es un documento oficial que es redactado por un técnico competente o certificador (un arquitecto o ingeniero) en el que se incluye información objetiva sobre las características energéticas de un determinado inmueble.
En este sentido, la certificación energética califica energéticamente, de mejor a peor, un determinado inmueble: un edificio, vivienda o local. Y dicha calificación se realiza en base al cálculo del consumo anual de energía que se necesita para satisfacer la demanda energética de un edificio en condiciones normales de ocupación y funcionamiento. Esto incluye también aspectos tales como la producción de agua caliente, la calefacción, la iluminación, la refrigeración y los requerimientos de ventilación.
Obtener un certificado energético Madrid o en cualquier otra comunidad, es obligatorio. Así como una gran ayuda, pues indica una serie de reformas que se pueden realizar para mejorar la eficiencia energética.
Ante la crisis energética en Europa hay que buscar soluciones que permitan disminuir el consumo. Al final, el bolsillo del consumidor final siempre se lleva la peor parte. Posiblemente, ya lo estés notando.
Y para agravar aún más la situación, tan solo un poco más del 40% de las viviendas españolas construidas entre 1980 y 2007, tienen algún tipo de aislamiento. Esto se debe a que antes del año 79, fecha de entrada en vigencia de la Norma Básica de la Edificación de 1979, no existía ninguna normativa, por lo que resulta imposible hablar de eficiencia en la edificación.
Con un certificado energético se puede conocer el comportamiento energético de una vivienda, y se puede saber cuáles son los puntos débiles de la misma. Y todo por muy poco dinero, ya que conseguir un certificado energético no es muy caro: el precio certificado energético no es muy elevado.
Con este documento se puede precisar con exactitud qué aspectos son mejorables para lograr disminuir el gasto energético de un inmueble.
Algunas de las actuaciones más comunes para mejorar la eficiencia energética son:
Estudios preliminares permiten realizar un análisis de la envolvente térmica de un edificio. Normalmente, la mayor pérdida de energía al ambiente se realiza a través de las fachadas. Por lo que se corresponde con uno de los factores que generan un desbalance en la temperatura interna, generando un mayor gradiente, y provocando un mayor gasto en requerimientos de climatización.
Es necesario disponer de un adecuado aislamiento térmico de la fachada y del tejado. Para conseguirlo, se utiliza material aislante apropiado, que contribuya a la adecuada climatización interna. Y en este apartado, también tiene un peso fundamental la sustitución de las ventanas por unas más eficiente.
Revisar, reparar, mejorar o sustituir los sistemas de climatización (refrigeración, calefacción o agua caliente sanitaria) es clave para mejorar la eficiencia energética en la mayoría de las edificaciones.
El uso de bombillas LED permite reducir un 85% el consumo de energía, con respecto al uso de las bombillas comunes. De igual manera sucede con los electrodomésticos: elegir electrodomésticos con una mejor calificación permitirá un consumo muchísimo menor.
Las corrientes descontroladas de aire promueven la pérdida de energía hacia el exterior. Por lo que será necesario detectar y eliminar por completo cualquier fuga a través de rejillas de ventilación, huecos/grietas entre ventanas y pared, fisuras en los conductos, el suelo, en los muros o cualquier otro elemento, que deberán ser reparadas. Y con el mismo objetivo, reducir las holguras en puertas y ventanas, utilizando burletes u otros elementos que promuevan el sellado en aberturas.
Para evitar las pérdidas de energía, es necesario que los edificios cuenten con sistemas de ventilación mecánica controlada. Sería conveniente que estos sistemas contaran además con ciertos aparatos que actuaran como recuperadores de calor, para que sean aún mucho más eficientes.
Asimismo, en el verano, generar un adecuado sistema de ventilación natural por convección, utilizando conductos o rejillas de ventilación mecánica, disminuirá los requerimientos de energía para una adecuada refrigeración de los ambientes.
Revisar, reparar, mejorar o sustituir los sistemas de calefacción es básico
Para finalizar, es importante recalcar la importancia de conocer el comportamiento energético de la vivienda. Y es importante tenerlo claro antes de realizar cualquier reforma, lo que permitirá decidir qué actuaciones serán necesarias para bajar el consumo energético y reducir la factura de luz. Así que consulta a profesionales.
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