Análisis de pros y contras de las cocinas abiertas y de las cocinas cerradas

¿Prefieres las cocinas tradicionales e independientes? ¿O eres de cocina abierta? ¿Son estas últimas realmente funcionales? ¿Estamos preparados para integrarlas en nuestro salón?

Seguro que ya te has planteado todas estas interrogantes. Es uno de los clásicos debates a la hora de diseñar una cocina: ¿optamos por la tradicional cocina independiente/cerrada, o nos decantamos por la cocina abierta, cada vez más de moda? Son dos tendencias diferentes, y ambas de lo más atractivas.

Lo cierto es que cada una de las dos opciones cuenta con ventajas y desventajas. Las analizamos, para que puedas decantarte por la mejor solución para tu hogar. Sigue leyendo:

Las cocinas abiertas son una alternativa atractiva en los pisos pequeños o en aquellos en los que la distribución no permite cerrar esta zona. Permiten conseguir espacios diáfanos y visualmente amplios que logran que la luz natural fluya hasta el último rincón.

Por ello, este tipo de cocinas son un recurso que nos permite ganar espacio en un parque de viviendas dominado cada vez más por casas de dimensiones reducidas. Hace unos años, las cocinas de moda eran grandes y espaciosas, lugares para cocinar pero también para comer, socializar, pasar la tarde en familia y hasta para ver la televisión. Sin embargo, hoy en día se hacen necesarias las cocinas abiertas al salón, espacios funcionales que se integran en el resto de la casa para crear una nueva sensación de amplitud, presentando un hogar de espacios interconectados que fomentan la interacción entre los habitantes de un hogar.

Aunque el concepto de cocina abierta es más propio de países anglosajones que en España, cada vez más las personas se animan a reformar las cocinas e integrarlas en el salón. Y no solo por estar de moda. Su instalación depende de factores como la superficie o la estructura de la vivienda, las características de la familia, sus rutinas diarias y su estilo de vida y, finalmente, de las preferencias personales de cada uno.

Comencemos por las COCINAS ABIERTAS .

1. Espacio . Las cocinas abiertas son una apuesta segura, especialmente si vivimos en viviendas con pocos metros cuadrados, como pueden ser apartamentos o estudios. La eliminación de paredes y tabiques aumenta notablemente la sensación visual de amplitud. Estas cocinas nos permiten tener muchos metros sin paredes y en el mismo espacio.

2. Iluminación . La luz es mucho más importante de lo que creemos, ya que influye en nuestro estado de ánimo así como de nuestro bolsillo, pues si es artificial, supone un porcentaje importante del gasto del hogar. Las cocinas abiertas permiten que la luz natural llegue a este espacio, una estancia tradicionalmente interior y con poca claridad. Además del factor estético, las cocinas abiertas conllevan una mejor ventilación y un ahorro en la factura de luz.

3. Comunicación . La unión de la cocina y el salón favorece la convivencia entre los miembros de la familia ya que, mientras cocinamos, podemos ver la televisión o prestar atención mientras los más pequeños hacen los deberes en el salón. Las cocinas abiertas facilitan, en definitiva, la comunicación haciendo que nuestro hogar sea más sociable.

4. Estética y funcionalidad . Las cocinas abiertas bien planificadas pueden quedar totalmente integradas en la decoración del hogar y ser preciosas. En este sentido, los electrodomésticos juegan un papel primordial no solo por cuestión estética, sino también funcional para evitar humos, malos olores, ruidos excesivos y desorden. Una bonita y potente campana extractora te proporcionará un excelente efecto decorativo y te librará de malos olores; muebles laqueados o con puertas de acero y cristal te ayudarán, también, a dar elegancia a la cocina y a combinarla con el salón.

1. Olor . Si no tienes una buena campana extractora, el humo, la grasa y los olores invadirán toda la casa y los muebles se ensuciaran rápidamente. Pese a todo, las campanas no son mágicas, por lo que habrá que tener en cuenta la frecuencia con la que cocinamos y, especialmente, el tipo de platos que realizamos. En caso de que lo necesites, podrías instalar algún cerramiento de cristal o una vidriera.

2. Ruido . Una cocina que se precie tendrá fuegos, vitrocerámica, horno, microondas, nevera y lavavajillas, electrodomésticos que suelen emitir ruidos que, ante la ausencia de ningún tipo de barrera, se propagarán por todo el salón. Para minimizar este inconveniente, la mejor opción es apostar por electrodomésticos de alta gama que, además de ser más eficientes, acostumbran a ser más silenciosos.

3. Desorden . Las cocinas abiertas no toleran bien el desorden. Nos guste o no, al cocinar siempre generamos un cierto caos: platos en el fregadero, cacerolas en los fuegos, utensilios y alimentos en la encimera. Para evitar que esta sensación de desorden se contagie al salón, es obligatorio tener la cocina siempre bien limpia y ordenada. Todo debe lucir inmaculado y reluciente.

Una buena opción para tener la cocina siempre limpia y recogida es tener una cocina que se oculte: una cocina que ocupa solo una pared y que se puede ocultar a voluntad tras un sistema de puertas o paneles abatibles o correderos. De esta forma, la cocina queda abierta al resto de la vivienda, pero puede integrarse o independizarse por completo, dependiendo del momento.

Síguenos, y estate atento a la segunda parte de este artículo, donde analizaremos las ventajas y desventajas de las COCINAS CERRADAS . Keep connected!

Y mientras tanto, disfruta de nuestro vídeo con las 5 principales tendencias para las COCINAS MODERNAS: