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Las alfombras son el recurso ideal para hacer acogedora tu casa. O para poner un toque de color creativo y diferente en tu hogar. Es que las alfombras no solo son un elemento estético, sino que aportan calidez en el ambiente y ayudan a sentirse cómodo en la estancia, agregando esa suavidad de los textiles.
¿Sabes cómo colocar una alfombra? En este artículo te lo explicamos
Las alfombras son capaces de convertir un espacio sin alma a la estancia más confortable y acogedora, y ofrecer todo un abanico de posibilidades para que tu casa luzca como nunca.
Pero no todos son ventajas con las alfombras. También requieren ciertas obligaciones: es un “must” que puedas cuidar de tu alfombra del modo correcto. Para ello, debes aplicarles una buena rutina de limpieza, para conseguir un mejor mantenimiento. Así que, si bien en la actualidad los robots aspiradores están de moda, éstos no son la mejor opción para limpiar las alfombras que son delicadas. Si tienes una alfombra de calidad, lo mejor es que las puedas limpiar con el mejor aspirador escoba posible , usando el cepillo más recomendado: escoge la opción más idónea para que puedas conseguir su correcta limpieza, según el tipo de material, tipo y largo de pelo, etc…
A la hora de comprar tu alfombra, te aconsejamos que no te fijes solo en el precio. Asegúrate además de que es del tamaño, color y material que necesitas. Si no, será muy difícil que quede bien en tu casa.
Así que a continuación respondemos a todas tus dudas para que puedas de hacer realidad todas tus ideas de decoración usando alfombras. ¿Comenzamos?
Presta mucha atención al material del que están hechas las alfombras. En especial a la hora de comprarlas. Algunos materiales son más baratos. Otros están de moda. Y otros puede que queden fenomenal, como por ejemplo las alfombras de materiales como el sisal u otras fibras naturales. Pero algunos de estos materiales no se pueden limpiar demasiado bien.
Por otra parte, si colocas tu alfombra en un lugar susceptible de tener manchas, o si tienes mascotas, lo mejor es que utilices una alfombra de un material que sea lavable.
Lo más importante es no quedarse corto en cuanto al tamaño de tu alfombra. Intenta que la alfombra que elijas sea al menos 20 o 30 centímetros más ancha que tu sofá.
Así, en el salón, la situación ideal es que todas las patas de un mueble queden ubicadas sobre ella. Pero si esto no es posible, al menos lo deben estar las patas delanteras. Coloca una alfombra suficientemente grande, y entonces podrás poner tus muebles sobre ella; pero la alfombra tiene que ser suficientemente grande como para llegar hasta el final de cada mueble y que se pueda ver aún el borde del otro lado de los sillones. Mientras que si el mueble es pequeño, la alfombra deberá ser tan grande como para que todas las patas queden sobre ella.
Si en una habitación tenemos una única alfombra, lo mejor es que esté en el centro, bien centrada. Sin embargo, en un espacio grande, las alfombras son el elemento perfecto para separar áreas de manera visual y sencilla, creando diferentes zonas.
En el caso del comedor, la alfombra debería seguir la misma forma de la mesa. Es decir, si tu mesa fuera redonda, la alfombra también debería ser redonda. Y de la misma manera si el comedor es rectangular. Para colocarla, siempre es conveniente dejar un espacio entre el borde de la alfombra y la pared. Además, tanto la mesa como las sillas deben quedar dentro de la alfombra. Y hay que tener en cuenta que, cuando nos movamos hacia atrás para sentarnos o levantarnos, las sillas sigan sin pisar el suelo.
Y finalmente, en un dormitorio, lo ideal es que ocupen el espacio al pie de la cama y de las mesillas.
Debes fijarlas. Para conseguirlo, recuerda siempre colocar una base antideslizante debajo, especialmente en aquellas zonas de mayor movimiento. De no hacerlo, es muy probable que en poco tiempo encuentres tu alfombra enrollada, con pliegues, o en otra parte de tu casa.
Al comienzo comentábamos la importancia de cuidar bien a tu alfombra, aspirándola bien. Cuando aspires, intenta no tener obstáculos a tu alrededor. Aspira siempre de arriba hacia abajo. Y asegúrate de limpiar el filtro o cambiar la bolsa de la aspiradora antes de que esté llena de residuos que reduzcan el poder de succión.
Además, las alfombras más grandes se deben limpiar de manera exhaustiva aproximadamente una vez al año, para retirar todo aquello que no quita una aspiradora. Y para las pequeñas, cuanto más las sacudas al limpiarlas, mejor.
Un truco final: para que la alfombra se desgaste por igual por todas las zonas, es aconsejable ir cambiándola de orientación de manera regular.
Es una realidad que, si la eliges con tonos neutros y estampados sencillos, no correrás riesgos. Pero las alfombras son perfectas para dar un toque de creatividad si apuestas por un estampado vivo o tienen mucho color. Nuestro consejo: en caso de que la alfombra acabara debajo de un mueble y la mayor parte del estampado finalmente no se apreciara, entonces es mejor escoger otra diferente.
Para finalizar, ten en cuenta que como todo lo que colocas en tu casa, las alfombras también deberán reflejar tu propio estilo. Si no estás conforme con la alfombra que tienes, cambiarla quizás sea lo más sencillo de hacer en un nuevo proyecto de interiorismo para tu hogar. Y como siempre te decimos, si tienes alguna duda o pregunta adicional, llámanos . Estaremos encantados de hablar contigo.
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