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Revisa el rendimiento de tu sistema de calefacción periódicamente.
Con la llegada de los meses más fríos del año comienza una de las mayores preocupaciones para muchas personas: mantener el calor en el hogar sin que se dispare la factura de la luz.
Si bien el uso de la calefacción resulta necesario, los expertos recomiendan que además de revisar muy bien el contrato de la luz también se tenga en cuenta la importancia del aislamiento de la vivienda, así como la optimización del rendimiento del sistema de calefacción. Solo de este modo es posible evitar que el frío dispare el presupuesto destinado a hacer frente a las facturas de gas y electricidad.
Con estas recomendaciones en mente hemos realizado una recopilación de consejos para para que este invierno el frío se quede en la calle. ¡Y para que tu casa esté siempre calentita!
En primer lugar, es necesario sellar bien muros y ventanas para evitar fugas de calor. Y es que los sistemas eficaces de aislación contribuyen a ahorros energéticos de alrededor del 70%.
En este sentido, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía recomienda colocar aislamientos de corcho, fibra de vidrio o poliuretano, que son los mejores materiales para alcanzar este objetivo.
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Aunque esto sea bastante básico, en ocasiones se olvida revisar las tuberías de gas y agua antes de prender el sistema de calefacción, lo que resulta esencial dados los riesgos de estallido por el estrés y/o fatiga de los metales, a consecuencia a la exposición a altas y bajas temperaturas sucesivas.
Adicionalmente, una muy buena idea en caso de no tener conocimientos específicos en sistemas de calefacción es contratar un seguro de mantenimiento de caldera . Con esto es posible asegurar que no se tengan fugas en todo el sistema, y que el rendimiento sea el máximo posible al menor coste posible.
Además del aislamiento del hogar, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía recomienda dentro de su Guía Práctica Energética que se trate de mantener la casa a una temperatura media de 21ºC. Esta temperatura es la necesaria para no pasar frío sin excederse en el presupuesto.
A esto se podría añadir, como consejo práctico, que lo ideal sería apagar el termostato por la noche y prenderlo al día siguiente, siempre luego de ya haber aireado la casa.
Elementos decorativos como las alfombras, las cortinas, las enaguas de la mesa camilla e incluso las persianas ayudan a conservar el calor. No solo eso, sino que materiales como la madera contribuyen a preservar el calor, tanto en caso de tener tarima flotante como mobiliario fabricado con este material. Es que los materiales naturales permiten mantener la temperatura del hogar, a la vez de aportar una sensación de calidez a toda la casa.
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Para no desperdiciar el consumo eléctrico, es interesante plantearse la instalación de sistemas automáticos, con el fin de zonificar el calor en función de qué habitaciones se encuentren ocupadas o habitadas.
No obstante, en caso de que el problema esté siendo la factura de la luz o del gas, quizás sea factible comparar las ofertas de diferentes compañías y tramitar el traslado a una con mejores ofertas. En cuanto a eso último, también existen bonos sociales térmicos, que ofrecen créditos específicos a aquellos hogares que por renta son considerados vulnerables.
Finalmente, también sería una buena idea explorar sistemas de calor alternativos como la bomba de calor, el uso de gas natural o incluso fuentes de energía renovables como la biomasa o la geotermia. Aunque estas alternativas, que son más ecológicas, requieren de una inversión inicial que puede ser significativa.
Como se puede comprobar, sí que es posible mantener el calor en el hogar a pesar de la llegada del frío invernal y, no solo eso, sino, además, mantener a raya la factura de la luz. Además de las estrategias clásicas, existen opciones como los seguros para los sistemas de calefacción, alternativas de decoración y fuentes energéticas alternativas entre otras.
¿Y vosotros? ¿Utilizáis alguna de estas estrategias? ¿Cómo lo hacéis para ahorrar en invierno?
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